Los cuernitos, gritar "quiricocho" o el nombre de algún mufa cuando patea el contrario, sentir la necesidad de maldecir al adversario en cada paso que da hacia la portería de nuestro equipo, y ni hablar de la catidad de puteadas que recibirá ese adversario si queda mano a mano con nuestro arquero. Estas queridos lectores, son las cábalas.
Algunos podrán pecar de no creyentes o hasta llegar a tratar de idiotas a quienes las implementan, pero en realidad, las cábalas las tenemos todos. Ya sea la ropa con la que vamos a la cancha, o la manera de dar el primer paso al momento de cruzar una calle o levantarse de la cama, todo eso no nos vuelve supersticiosos, nos vuelve compenetrados en el juego.
Podrá sonar estúpido, pero no hay nada más lindo que un padre explicándole a un hijo el porque no se deben gritar los goles antes de tiempo, o el insulto a la señora que aún no entendió la ley del offside. Puedo parecer algo conservador en estos aspectos, pero la respuesta es siempre la misma "esto es el fútbol" y así será por los siglos de los siglos.
Sentirte mal con vos mismo cada vez que tu equipo pierde por creer que hiciste algo mal en la semana, o putear a personas que nunca viste en la cancha y tildarlas de "mufas", hasta que algún compinche que esté cerca tuyo pare tu calentura por intuir una inminente golpiza, o como se diría en mi barrio, una cagada a palos por boludo.
"Folclore doña, folclore", no intente entenderlo. Así como los cánticos y las banderas, las cábalas son también folclore del fútbol, y no crea que si fallan se cambian, primero ubicaremos nuestro puntual error cometido y nos aseguraremos de no repetirlo nunca jamás. Cumplimos al pie de la letra paso a paso de esas cábalas, el mismo calzón, la misma gorra, el pie derecho o izquierdo al levantarse, sea cual sea lo haremos puntillosamente y ahí detectaremos, cuando nuestro equipo vuelva a ganar, que es gracias a nosotros, a nuestra mágica ayuda.
Siempre sumar depende del público y de su fidelidad, asi que preste un porquito más de atención y dígame si estoy equivocado. Personalmente les diría las mías, pero como ya se sabe, las cábalas son sagradas y nunca deben ser pronunciadas en voz alta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario