miércoles, 23 de abril de 2014

Estado de control


             Hace no mucho tiempo reflexionábamos sobre la concepción de libertad y el por qué la existencia de un Estado no implicaba soberanía plena. Ahora profundizaremos ese análisis e intentaremos entender el por qué es necesaria la presencia del Estado, pero no cualquier Estado, sino de uno popular, proletario e independiente.

        El análisis del Estado fue tomado por diversos sociólogos como Michel Foucault, quien lo comprenderá como el principal organismo de control ideológico en una sociedad. Esto sucede debido a que, en nuestro país, quienes administran ese organismo que podríamos decir, funciona como una mega-institución nacional, son los 3 poderes (ejecutivo, legislativo y judicial). Foucault dirá que tanto esta como cualquier organización o concepción de un ordenamiento del Estado, es ilusoria, ya que pase lo que pase será la burguesía la responsable de definir sus acciones.

            El Estado puede intervenir o no en las economías regionales, pero si interviene y aún así prioriza intereses empresariales, es un Estado dormido, activo desde la perspectiva social, pero carente de algún tipo de progreso. Un ejemplo de esto puede ser que el “Estado”, si se puede llamarlo así ya que es el gobierno, otorgue a una empresa la explotación de un recurso natural con la excusa de “tardaría años en desarrollarse”. Dejando de lado el hecho de los puestos de trabajo y la gran cantidad de dinero que esa empresa se llevará, este es un ejemplo de cómo un Estado aparentemente presente en la esfera social, se vuelve lejano a los intereses de los ciudadanos.

            Pocos son los ejemplos prácticos en los que se ha podido crear un Estado sin distinciones de clases y presente en la división y repartición de ganancias como planteaba Marx. El actual Estado cubano viene aguantando desde hace más de 30 años un bloqueo económico por parte de los Estados Unidos, y aún así consiguió destacarse como uno de los más organizados. Un Estado que lo maneja un gobierno, pero un gobierno constituido por la fuerza del pueblo y la rema proletaria de una nación sin distinciones de clases, en el que, como diría Ernesto Guevara tras haber triunfado la revolución, “cada uno trabaja según sus posibilidades y recibe según sus necesidades”.

            La presencia o no del Estado no es tema a debate, es seguro que debe estar presente, pero el control del Estado es lo que se debe analizar. Un control obrero, que otorgue a estos los métodos de producción y no los limite a su fuerza de trabajo, por una igualdad y libertad plena, y por sobre todo, por la extinción de la burguesía.

¿Qué implica ser una Nación soberana?


            Analizar a una Nación ya de por si es complicado, pero determinar si esta es o no soberana requiere reflexionar acerca de muchos aspectos que la rodean y componen. La definición más simple puede recaer en que una Nación es libre si tiene un Estado popular y participativo en el cual se expresen las ideas y los deseos de los individuos que la componen, sin embargo qué pasa cuando el Estado da lugar a intereses privados y ajenos a la población.

         Los argumentos que sostienen la idea de que ya con tener Estado democrático se es libre, forman parte de una construcción hegemónica por parte de los mismos opresores y su facilidad para la construcción de sentidos comunes, en este caso el de “el Estado somos todos”. Marx señalará en “La ideología alemana” (1846), que la falsa creencia de libertad no solo enajena aún más al hombre (en su teoría trabajador), sino que además lo aliena a defender ferozmente esa falsa afirmación.

           Aunque la idea de Marx era la de derrocar al Estado de intereses burgueses, también encontramos el análisis de Michel Foucault en su ensayo “Vigilar y Castigar” de 1975, en el cual menciona al Estado como el principal instrumento del capitalismo para mantenerlos vigilados y así crear un “panóptico” o una sociedad de control en la cual son siempre unos pocos los que ejercen el poder. Este autor es claramente influente en las manifestaciones que actualmente se desarrollan en Europa en las cuales las consignas son que el 99% de la población vive esclava de un 1% que los gobierna y fue responsable de regular ese Estado que no representó a nadie.

           Como tercer autor que se refiere a los aparatos de Estado se encuentra Louis Althusser en un trabajo de investigación realizado entre enero y abril del año 1969 titulado “Ideología y aparatos ideológicos del Estado”. En esta investigación, el sociólogo desarrolla la manera en la cual este Estado que, como habíamos mencionado, tenía la función de regular instituciones, emplea estas mismas para enajenar a sus gobernados. Como claro ejemplo menciona la Iglesia Católica como forma de asegurar un control social sobre sus creyentes, y en el caso de que alguno se subleve, Althusser menciona que existe un aparato represivo del Estado compuesto por las fuerzas militares.

        Ya centrándonos en la actualidad y tomando el ejemplo del Estado en nuestro país, debemos mencionar los 3 poderes reguladores del mismo: el ejecutivo, el legislativo y el judicial. Cabe destacar que los primeros dos son los elegidos mediante el sufragio y en condiciones democráticas-capitalistas, por lo que presentan esa falsa creencia de legitimidad y representación política. Más allá de todo esto, remontémonos al año 1976, cuando la Junta Militar tomaba el control del “gobierno” anulando las facultades del poder legislativo, pero dos años más tarde, estos genocidas serían reconocidos en el poder como legítimos por el poder judicial.

       Tomemos otro ejemplo de Argentina en los años 90, vayamos al poder legislativo. Las leyes de obediencia debida y punto final que favorecían a los genocidas de aquel golpe, fueron aprobadas por el poder legislativo, sumado a las privatizaciones de empresas nacionales como YPF, Aerolíneas Argentinas y el Banco Hipotecario Nacional entro otras tantas. Esto significa que estos gobernantes elegidos por sufragio de índole capitalista tuvieron el poder de inutilizar al Estado, cuando su deber debía ser garantizar el pleno funcionamiento de este para favorecer el progreso y el bienestar de sus habitantes.

         Es por estas razones que el Estado responde a los poderosos, ya sean grupos económicos o clases dirigentes pertenecientes a la burguesía nacional, es irreal creer en la soberanía de una nación a través de un Estado. Quizá a nivel global un Estado determine el reconocimiento de una Nación, pero internamente el estado es una marioneta de clases altas y serviles a los verdaderos poderosos no solo de cada país, sino del mundo en general. Mientras se siga mencionando que “el Estado somos todos”, es imposible creer en una Nación soberana, que solamente llegará cuando se reconozca de una vez por todas que el Estado es el instrumento clave de la lucha de clases. 

sábado, 15 de marzo de 2014

Microrrelatos

Perdimos todos

Patrick y Clark eran dos soldados del ejército estadounidense que por ese entonces invadía Irak. Competían en todo, contaban la cantidad de muertos que cada uno llevaba y al final del día enterraban en el lodoso lugar de acampe un papel con el nombre del ganador para que quede registrado y sea encontrado algún día.

A los tres meses de compartir batallas, Clark fue alcanzado por una bomba de Napalm e incinerado frente a los ojos de su compañero. Esa noche de lluvia Patrick llorando enterró un papel que decía “ganó la guerra, perdimos todos”.



Una, dos, mil guerras


Había una vez una guerra por petróleo, con soldados y todo, parecía de película, como si todo lo que tocara lo destruyera. Miles de muertos y desaparecidos quedaron tras esa lucha.

Había una vez una guerra por agua, con soldados y todo, parecía cinematográfica, como si todo lo que tocara lo hiciera trizas. Miles de muertos y desaparecidos quedaron tras ese combate.

Había una vez una guerra por oro, con soldados y todo, era increíble ver esas escenas por la tele, como si todo lo que tocara lo fuera arrasando. Miles de muertos y desaparecidos fueron las consecuencias.

Y así podemos seguir hasta hoy. Había una vez…

Hueco lingüístico

El maravilloso léxico del ser humano nos lleva a tratar de entender incredulidades, o, si usted quiere llamarlo de esa manera, mentiras. Es difícil distinguir la delgada línea entre una verdad y una mentira, porque toda verdad tiene algo de falaz, y viceversa. Pero lo que cabe preguntarse es ¿son estos verdaderos extremos lingüísticos o acaso hay algo más en el medio?

Es claro que si vamos a la conciencia popular, todo dato es veraz o es una falacia, pero quién nos asegura eso es lo que nos podemos preguntar. ¿Quién asegura que a Marx no le pagaron para terminar de escribir el interminable sexto tomo de su obra maestra literaria para analizar al mercado, "El Capital"? ¿O quién nos da la certeza que Rusia y Estados Unidos no se retroalimentaban en los años de la Guerra Fría?

Verdaderamente es incierto, porque no se trata de una dicotomía verdad-mentira, se trata de hechos ocurridos y grabados en el imaginario popular político de cada ciudadano del mundo, incuestionable en cuanto a lo realizado. Es decir, nadie duda que Marx haya escrito El Capital, ni nadie niega la Guerra Fría, pero algunos mitos populares siembran la duda en cuanto a los métodos de lo ocurrido, sean rumores o posibles ocurrencias irónicas de la historia, son datos inconfirmables.

Entonces preferimos caer en el típico conformismo sedentario y darlo por verdad antes de cuestionarlo, analizarlo e intentar entenderlo. Volviendo a los ejemplos dados, puede haber Marx aceptado dinero para terminar su obra, pues no hay imperio sin un antagonismo directo, todo movimiento necesita si contra-movimiento, también aplicable para la retroalimentación de Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

No se ustedes, pero yo preferiría cuestionarme la estructura, al menos para pensarlo un rato aunque esté equivocado.

martes, 18 de febrero de 2014

Notas de ruta local

*Desde que me compré mi celular Blackberry hace más o menos un año, anoté de forma desprolija y resumida, una serie de hechos graciosos que me iban sucediendo mientras caminaba por la calle. Creo que sería lindo compartir algunos de estos, ya que se viene la limpieza tecnológica y no quiero que queden perdidos. Espero que los disfruten, o que este aviso les haya servido para alejarlos de esta publicación.*

Hay un tipo sentado al lado mío en la parada del colectivo, tiene cierto olor a chivo y está layendo un libro de auto-ayuda del viejo ese que hace poco vino al país.

Le debo 7 pesos a mi tarjeta SUBE, evidentemente me gusta vivir al límite. El chofer me mira con cierto odio y corrí al único asiento libre que quedaba. Estaba roto y me fui de culo al piso.

Pasaba por la Plaza Moreno de La Plata, un señor de unos 57 años con su perro. El perro estaba excitado y se ve que le gustaban las monjas que visitaban la Catedral, emblema de la ciudad. Se le montó a la monja en la sotana y le dejó una sagrada mancha que no se quita ni con el Santo Grial en detergente.

Voy al kiosko de la esquina de mi casa que había colocado puertas de vidrio absolutamente limpias. Claro, como no podía ser de otra manera, me di la trompa contra un acrílico por malinterpretar el cartel de "TIRE".

Por la plaza de mi casa pasa un pibe de unos 17 años en moto haciendo ruido con su caño de escape. En un banco un chico escucha el estruendo y corre a buscar a la madre para decirle "mamá, Dios se tiró un pedo".

Un auto cruza una Avenida con el semáforo en amarillo, un micro que quería apurar el trayecto lo insulta, a lo que el conductor del vehículo le grita "gano schumacher"

Un grupo de 5 amigos en la puerta del boliche esperan a que pase un grupito de 4 mujeres. Al pasar las damas un desubicado individuo del mencionado grupo intenta tocarle la cola a una de las señoritas. Una amiga que se ve que sabia karate corrió su mano y le metió una cachetada digna de Maravilla Martinez que lo dejó en el suelo al atrevido muchacho. KNOCKOUT!

Una pareja de asiáticos camina por el centro sacándole fotos a todos, es ahí donde aparece un vivo y le ofrece una caja de alfajores artesanales. La pareja compra la caja y se va contenta al igual que el vendedor. Cuando me acerqué la caja decía "Guaymallen"

viernes, 31 de enero de 2014

Párrafos

Les juro que me esfuerzo por entender cada palabra, por descifrar cada detalle, cada dato escondido que puede llegar a concluir en una mala o una buena decisión. Imagino miles de impedimentos que podrían afectar en el medio de todo, tengo hasta las peores sensaciones de que sea algo efímero e inconcluso, pero mi decisión está tomada.

Últimamente he llagado a pensar que todo depende de las intenciones, pero creo firmemente que no es así, porque aunque trate se que no quiero dejar pasar algo tan, tan, tan... bueno, no hay adjetivo que pueda definir lo que me transmite. En caso de haberlo, debería ser algo así como una imperfecta perfección, algo que describe la majestuosidad de poder hablar con alguien sobre todas las cosas y no aburrirse nunca, algo que transmita lo mismo que me transmite ella a mí.

Centenares de gracias doy al destino o vaya uno a saber a qué pude conocerla, pero tengo la certeza de que no quiero que desaparezca, quiero verla y estar con ella, compartir el tiempo que se pueda y divertirme. No tengo impedimentos para reflexionar de esta manera por la seguridad que tengo, la seguridad de que todo vale la pena porque me hace reír, y sobre todas las cosas, me hace pensar que es lo más lindo que alguien puede generarme.

Hago muy pesada la tarea de buscar adjetivos que la describan, ya no voy a entrar en la titánica tarea de recorrer miles de diccionarios para encontrar su belleza, inteligencia, gracia y simpatía plasmada en una palabra, aunque es agradable poder sentirlo, experimentar la alegría y el asombro de su madurez, quedar atrapado con cada relato que se dispone a contar, porque creo que encontré a una verdadera vividora y es alguien por quien vale la pena jugársela.

Intento no estar apurado, puede que la expectativa incomode en ciertas situaciones, pero tengo un sentimiento de sorpresa cada vez que veo su nombre o cuenta algo que me es casi imposible no querer algo más. Por ahora hay que quedar expectante, algo temerario y lento en mis decisiones, aunque es muy difícil no quedar parado de esa forma ante una persona cuya presencia inspira locura y libertad.


"¿Cómo haces? Conozco todos tus trucos, pero aún así me das que pensar"
Las Pastillas del Abuelo

sábado, 25 de enero de 2014

El arte del bilardismo

Hace algunos días tuve el infortunio de escuchar una frase que decía un chico de 19 años que cito: "yo quiero jugar lindo y bien, como el Barcelona, prefiero perder de esa manera a ganar cagando a patadas al rival. Eso es lo que defiende la escuela de Bilardo". Ese duro comentario me partió el alma, pero lejos de entrar en una discusión con el muchacho que poca idea de fútbol local tenía, decidí callar y dedicarle algunos párrafos.

Vamos a la raiz del asunto, el "bilardismo" como se lo denomina al estilo de juego que llevó a cabo no solo Estudiantes en la época del doctor, sino la propia Selección Argentina en el Mundial de México '86. Sin embargo esto no comenzó con Bilardo, aunque suene algo contradictorio por el propio nombre, este arte futbolístico nació con el gran Osvaldo Zubeldía y lo nombro de pie, casi con lágrimas en los ojos. Este entrenador, también ex DT de Extudiantes, fue la primera persona en el planeta que planteó al off-side como un recurso, la primera persona que alejó a la defensa más allá del área propia y los llevó a mitad de cancha.

Claro que podemos echarle la culpa de los goles de contraataque, pero no podemos dudar que este humilde entrenador modificó el panorama del fútbol mundial en general. Más allá de esto, Carlos Salvador Bilardo, un dirigido por Zubeldía y su más grande dicípulo diría yo, reinventó la dinámica del juego, adaptó los recursos favoreciendo la victoria y el sacrificio por sobre todas las cosas. No se trataba de salir jugando por las bandas y depender de la calidad de pase de los jugadores, ahora dependía de la cabeza de cada futbolísta, el fútbol dejó de ser solamente habilidad y se transformó en un bello arte de pensar para ganar.

Podrán tildarlo de anti-fútbol como el pibe anteriormente citado, pero si hay algo que no pueden reprochar son los logros de este estilo. Nadie es capaz de discutirle a Bilardo de fútbol, ¿acaso usted lo haría con alguien que ganó un Mundial? Sino le reformulo la pregunta ¿le discutiría de fútbol al gran Osvaldo Zubeldía habiendo ganado 3 libertadores, 1 interamericana y 1 Copa del Mundo? A mi me parece que no...

El bilardismo no se trata de patadas, se trata de ser pensante. Un murraso que deje afuera del partido al más habilidoso del equipo rival es un elemento válido del fútbol, claro que puede ser sancionado con tarjeta y hasta te puede dejar con uno menos, pero el peligro pasó, ya no está el habilidoso y eso genera calma defensiva. Me parece injusto tildar de anti-fútbol a una persona que reformuló las bases de un esquema táctico y rearmó a un burdo fútbol nacional que, imagínese lo que sería con estos jugadores intentando emular al Barcelona.

Para ir cerrando, quiero referirme a estos equipos europeos de moral "pura" e intachable. Gastando cien millones de euros por año es obvio que vas a poder armar un plantel de habilidosos, pero eso no es latinoamérica, hay que entender las distintas realidades de los continentes, en lo social y en el fútbol. A pesar de esto, yo prefiero irme ganando y haber jugado el peor partido de mi vida, a perder habiendo tenido el 90% de posesión de pelota en todo el partido.

Al que no le gusta el bilardismo que sintonice ESPN que está por arrancar un partido del Bayern Munich, déjen en paz al sistema de fútbol latinoamericano, que esto es tierra de Zubeldía y de Bilardo. ¡Ah! y presten atención al Cholo Simeone, DT bilardista y puntero de la Liga Española con el Atlético de Madrid.