miércoles, 15 de mayo de 2013

El arquero

Todos los domingos cuando iba a la cancha me sentaba atrás del arco, y simpre pensaba: "quiero ser ese hombre. Es que él no es como los demás, ni siquiera viste como ellos, es un juego de pies y él usa las manos, yo quiero ser ese hombre".

Siempre está solo y espera, parece que nadie se da cuenta que sigue ahí. Hasta que ve algo y su cuerpo se contrae, las palpitaciones aumentan en forma inimaginable, puedes sentir su tensión con cada metro que gana el delantero. Da un paso adelante como diciendo: "aquí estoy yo y no voy a dejarte pasar". Ese es su momento, y solo él puede salvar al equipo.

No quiero saber que soy importante, necesito saber que soy imprescindible. QUIERO SER EL ARQUERO.


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