Vidas Comunes...
Dos se aman en secreto y a escondidas. No tienen
tiempo, ni fotos, ni tardecitas, ni siquiera planes
pueden tener. Sus caricias son desesperadas como
las primeras y tristes como las ultimas, hoy sin
embargo no se abrazan. Él no puede elegirla, ella
llora y nadie nunca lo sabe.
Es domingo de tarde. La muchacha le cuenta algo
a su abuelo, se agacha y le dice que lo extraña,
deja las flores contra el mármol y se va sola.
Él muchacho hace rato que espera. “No va a venir,
no va a venir” piensa. Un minuto después ella
entra; sonrisa como el mar y una trenza. Esta preciosa.
Él sale de la sala inmensa, la cabeza como un tren.
El sueño heroico de la maravilla de dos desde
ahora es milagro de a tres. Cruza otra puerta y
dice como puede a los que esperan: “ya nació”. Y
se lo tragan los abrazos.
Último llamado. Junta fuerzas, carga maletas, deja
abrazos. Cada vez le cuesta más volver a irse.
La película continua de sus últimos tres años. La
inmensa pequeñez de su cuarto, la pared, las marcas
en la pared, el par de fotos permitidas, el tacho,
la reja, la ventana minúscula ahí arriba
y el sol afuera, siempre el sol está afuera. “Mañana
viene la vieja a la visita” piensa. Se pone a cantar bajito.
- Porque pase lo que pase y caiga quien caiga en la lucha del día a día todo prosigue, las historias continúan escribiéndose y la música, la música nunca para de sonar.
lunes, 22 de agosto de 2011
Vidas Comunes
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