Aquel ignorante,
lleno de odio y resentimiento, mira la televisión y se indigna de ver lo
dolida que una estrella se siente por haber perdido a su florista en un
asalto. Escucha a la famosa conductora pedir la muerte para el malechor, y su idea no cambia cuando descubre que el mismo es menor de edad.
Pues en ignorante se siente identificado con la conductora, porque le
pasaba a muchas personas en le tele, aunque raramente a él nunca le
había ocurrido. Sin embargo se cuestiona a sí mismo lo mal que debe ser
estar en esa situación, y reconoce el llanto de esa famosa figura como
propio.
El próximo día, el ignorante se levanta y enciende el
televisor, y la misma noticia se repetía pero otra era la víctima, no
pensando tanto en esa persona que exigia justicia, y no muerte para los
asesinos, el ignorante recordó lo que habia visto en los últimos dias,
se persignó, y levanó su voz en un reclamo de protesta para que se le
aplique la pena de muerte a quien cometió un homicido.
La
embarazosa película de estos reclamos reaccionarios y conservadores, se
replicó en muchos lugares, teniendo que encontrar en muchos lugares
atrocidades en contra de los menores de bajos recursos sobre todo.
Hasta el día de hoy, el ignorante sigue luchando por un derecho que
cree que lo representa, la famosa esta en una playa de Estados Unidos,
tomando sol y riéndose mientras come caviar. Que son chorros, que roban
para drogarse, que HAY QUE MATARLOS.
Mientras tanto este
ignorante siniestro, se toma una foto abrazándose con un senador,
sonriente, que acaba de aprobar una ley. Mañana un niño de 11 años, será
ejecutado por robar alimentos de un supermercado.
Gonza Saino
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