lunes, 22 de agosto de 2011

Vidas Comunes

Vidas Comunes...

Dos se aman en secreto y a escondidas. No tienen 
tiempo, ni fotos, ni tardecitas, ni siquiera planes
 pueden tener. Sus caricias son desesperadas como 
las primeras y tristes como las ultimas, hoy sin 
embargo no se abrazan. Él no puede elegirla, ella
 llora y nadie nunca lo sabe.

Es domingo de tarde. La muchacha le cuenta algo 
a su abuelo, se agacha y le dice que lo extraña,
 deja las flores contra el mármol y se va sola.

Él muchacho hace rato que espera. “No va  a venir,
 no va a venir” piensa. Un minuto después ella
 entra; sonrisa como el mar y una trenza. Esta preciosa.

Él sale de la sala inmensa, la cabeza como un tren.
 El sueño heroico de la maravilla de dos desde
 ahora es milagro de a tres. Cruza otra puerta y
 dice como puede a los que esperan: “ya nació”. Y 
se lo tragan los abrazos.

Último llamado. Junta fuerzas, carga maletas, deja 
abrazos. Cada vez le cuesta más volver a irse.

La película continua de sus últimos tres años. La
 inmensa pequeñez de su cuarto, la pared, las marcas 
en la pared, el par de fotos permitidas, el tacho,
 la reja, la ventana minúscula ahí arriba
y el sol afuera, siempre el sol está afuera. “Mañana
 viene la vieja a la visita” piensa. Se pone a cantar bajito.